"Ya le Ganamos la Guerra Ideologica al Castro-Comunismo"
Por John Perez-Sampedro
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“Al Comediante en Jefe le llaman en Cuba
mancha de plátano porque no se cae con nada”
D
urante casi cinco décadas, los cubanos dentro y fuera de la Isla, hemos librado una guerra contra el sistema foráneo, que con la ayuda de malos cubanos, nos impuso el imperialismo geo-ideológico de la ex -Unión Soviética. Pero lo curioso de nuestra guerra es que el enemigo; ese que aún se cree victorioso y dueño y señor del territorio nacional, ya ha sido derrotado.
¿En que se parecen el Vaticano y la reforma agraria de Cuba?
En que en 50 años ambos ha n producido 4 papas.
No fue una derrota militar, porque la guerra no fue sobre contralar territorios y el enemigo siempre ha poseído el ejército más poderoso de América, después de los EEUU. Tampoco fue politica porque la guerra nunca fue sobre crear partidismo o controlar espacios politicos. La guerra desde un principio fue una guerra ideologica, es decir, sobre controlar las mentes del “hombre nuevo”, ese que por medio siglo trataron en vano de adoctrinar.
También es cierto que no los pudimos derrotar políticamente, porque el enemigo ha sido siempre protegido por esa izquierda fanática, que alimenta de falsas esperanzas a los pobres de la Tierra y por los políticos corruptos que promueven el comunismo para perpetuarse en el poder. Pero no importa, porque la guerra nunca fue sobre controlar el campo político, sino las mentes del “hombre nuevo”. Repito: La guerra siempre fue ideológica.
Y al final; de nada valieron los esfuerzos de los ideólogos y de la maquinaria propagandística comunista, porque el sueño y las ambiciones del “hombre nuevo” nunca llegó ha ser, plegarse a la supuesta igualdad del paraíso de autómatas que promete el comunismo. Su sueño era huir de aquel infierno a cualquier precio. 3,000,000 de “hombres nuevos” lo lograron y cada uno de ellos, junto a los cientos de miles que perecieron tratando de alcanzar la libertad, son elocuentes testigos del fracaso ideológico del comunismo.
Después de uno pocos años de adoctrinamiento nazi, la Alemania de Hitler podía contar con cientos de miles de jóvenes, dispuestos a morir defendiendo el Tercer Reich. Pero en Cuba después de 47 años de adoctrinamiento comunista, no se puede encontrar ni uno, dispuesto a dar su vida en aras del marxismo leninismo, porque a través de chistes de la revolución, todos pudieron ver la realidad cubana. Aún aquellos que desde posiciones privilegiadas, intentaban ignorar el surrealismo del holocausto cubano. Porque el choteo es una situación cómica/ trágica que reduce complejas situaciones políticas y sociales a sus mas básicos componentes.
Por eso al final, sin disparar un sólo tiro, los derrotamos ideológicamente y lo logramos con nuestra cultura del choteo. Esa que siempre ha caracterizado a los cubanos. Claro que tuvimos la mayor de todas las ayudas, el sistema realmente no sirve.
- Yo creo que Adán y Eva eran cubanos
-¿ Y que te hace pensar eso?
- Pues que no tenían ropa, ni zapato, ni casa, no los dejaban
comer manzanas y un barbudo les decía que estaban en el paraíso.
Los derrotamos con los chistes de la revolución, y con la burla de los supuestos logros del comunismo. Porque el cubano, que por tradición siempre supo reírse de sí mismo, poco a poco, sin darse cuenta, logró convertir el chiste y el choteo en un arma contra el sistema y mientras los ideólogos comunistas diseñaban complicadas consignas para adoctrinar “al hombre nuevo”, éstos a su vez, ideaban geniales sátiras en forma de chistes que circulaban de boca en boca por toda la Isla, ridiculizando los supuestos logros de la revolución y burlándose de sus carestías y de su propio dolor.
En el exilio, existen en la actualidad decenas de publicaciones y CDs de chistes de la revolución, los cuales cuentan la verdadera historia del fracaso del comunismo en la Isla. Chistes, a través de los cuales, sus anónimos autores, dibujaron, con jocosos detalles, las cotidianas imágenes de la lucha diaria por subsistir del cubano de pueblo. Claro que los mismos chistes pudieran ser aplicados a Corea del Norte, a Vietnam o a cualquier país comunista. Por cierto, ya he escullado algunos de los chistes cubanos aplicados a la situación en Venezuela, lo cual no augura nada bueno para el futuro de ese pobre pueblo hermano.
-¿ Y como se desarrolla la economía en el socialismo?
-Bueno primero son las dificultades del crecimiento,
- después viene el crecimiento de las dificultades
Por un lado, la historia se encargará de registrar la farsa de los supuestos logros marxistas en áreas de la medicina y la educación y de los 50 años de opresión, durante los cuales, los comunistas nada construyeron, excepto eficientes aparatos de propaganda y represión.
Y por el otro, dará constancia del legado de miles de libros, artículos y conferencias publicados por autores cubanos en el exilio.
Un cubano, el Dr. José SanchezBoudy, por mencionar solo uno; poeta, periodista, conferencista y profesor eméritus de la Universidad de Carolina del Norte en Greensboro, ha publicado hasta la fecha más de 75 libros. A este impresionante legado del exilio hay que añadirle los logros de miles de otros exiliados, los cuales se han destacado no sólo en la literatura, sino también en áreas de las artes, la empresa privada, la política y los deportes.
Este impresionante legado del exilio cubano, puso de manifiesto el fracaso del sistema comunista en Cuba, al compararse el estancamiento del progreso individual de los cubanos dentro de la Isla con el derroche creativo de los mismos cubanos, pero bajo un sistema democrático en el exterior. Este gran legado, unido a la batalla cultural del choteo, fue directamente responsable de la derrota del marxismo leninismo en la Isla.
-¿Y para qué quiere venir el Papa a Cuba?
-para tres cosas: para ver cómo es el infierno, conocer al demonio personalmente
y para ver por sus propios ojos como un pueblo vive de milagros.
A su debido tiempo, la historia contará como el cubano de a pie dentro de Cuba, unido a los cubanos de afuera, se convirtieron en los mambises del siglo XXI y como armados tan sólo con la verdad y con el machete de la cultura y el choteo, lograron derrotar a los ideólogos invasores. A esos que trataron en vano de sustituir las tradiciones criollas, por Ideologías foráneas despojadas de religión y compasión. Ideologías que no son compatibles con la cultura alegre, humilde y hospitalaria de nuestro pueblo.
Al final, los cubanos tuvimos la última palabra, y sin conspiración, sin liderazgo, sin consignas y sin previo acuerdo, derrotamos el comunismo con el legado literario más grande que haya podido producir exilio alguno y con nuestra cultura del choteo; esa que heredamos de los negros esclavos; esa que los esclavos desarrollaron en Cuba en los cabildos y en los teatros bufos del siglo XVIII, esa cultura negra del choteo que forma parte de la autóctona cultura cubana.
Sí, ya ganamos la guerra, ya podemos salir a la calle a celebrar, a sonar las cornetas de nuestros autos, a enarbolar con orgullo nuestra bandera y con las ventanillas abiertas gritar a viva voz “Se cayó el comunismo”, “ya somos libres; los choteamos to.
fin