"El Comunismo y las Democracias  en la América Latina”

                                                   por John Perez-Sampedro

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El INSTITUTO CULTURAL

     HISPANO-AMERICANO         

                                                         

   De la

 

 La Universidad de Miami

 

 Presenta

 

   “El Comunismo y las

     Democracias  en la

     América Latina”

 

Viernes 4 de marzo del 2005

Horario: 10:00 AM

 

Conferencista:

John Pérez-Sampedro

 

School of Continuing Studies

John J. Koubek Center

2705 SW 3rd Street

Miami, Florida 33135

305-284-6001

 

 

             

                    

           

E

l instituto Cultural Hispano-Americano creado inicialmente bajo el nombre de “Instituto de Profesionales Retirados Hispanos” fue fundado en el año 1984 por el Sr. Pablo Chao, actual Director del Koubek Center con la colaboración del Dr. Julio Garcerán de Vals.

 

Este Instituto forma parte de la programación del Koubek Center,  Escuela de Estudios Continuados de la Universidad de Miami, y desde sus inicios ha venido desarrollando una labor cultural ininterrumpida a través de sus programas de conferencias, con la participación de invitados especiales, miembros de nuestra comunidad, escritores académicos, profesionales e intelectuales hispanoamericanos, principalmente cubanos.

 

La programación del instituto está diseñada en Ciclos de Primavera, Verano y Otoño con una frecuencia de reunión de dos veces por semana, los Martes y los Viernes a partir de las diez de la mañana.

 

  School of Continuing Studies

    John J. Koubek Center

2705 SW 3rd Street Miami Fl. 33135

 

 

 

 

 

            “El Comunismo y las Democracias  en la 

                              América Latina”

                               Por  John  Pérez-Sampedro

 

Mientras el capitalismo estimula a los hombres a producir al máximo de su capacidad, el comunismo limita la producción  a través del consumo igualitario.

El comunismo restringe la producción  y  la  creatividad, del hombre,  reprimiendo el consumo individual.  De esa manera,  logra alcanzar lo que podríamos llamar “La Igualdad de la Mediocridad”. 

La filosofía comunista está basada en la hipótesis marxista de  que si  todos  consumimos  iguales  todos seremos  iguales.  Algo parecido a:    Si quieres lograr que un ejército marche al mismo paso,  recórtale las piernas a  los que las tienen más  largas.   Esa  es la idea central del  comunismo, buscar la igualdad  a través de   limitaciones que  van en contra de la naturaleza competitiva del hombre.

Cuando Darwin  habló de  la supervivencia de  las especies,  se refirió  a esa capacidad  de adaptación  que  tenemos todos, la  cuale  emana  de nuestro instinto de conservación y competencia.    Ese mismo instinto  de competencia  que el comunismo  insiste en  eliminar.

Es una incongruencia    irónica, que en su esfuerzo por negar a Dios negando a la Biblia,  los comunistas   citen  constantemente  las conclusiones  científicas de  Darwin con relación a la “Evolución”,   porque la “Evolución”  está diametralmente opuesta al razonamiento de  igualdad a través de limitaciones,   que predica la  doctrina  comunista.  Por tal motivo, yo propongo que el comunismo ha fracasado donde quiera que lo han implantado, sencillamente por que va en contra de la naturaleza  competitiva del hombre.  Pero si es así,  ¿porqué  está echando raíces en América?.    ¿Porqué  ahora mismo, mientras hablamos,  millones de   hombres y mujeres  en todos los países  al sur del Río Grande y hasta en  los mismos Estados Unidos, luchan por  implantarlo?   La respuesta es muy simple, el comunismo le ofrece a los pobres una esperanza, que aunque falsa, no deja de ser una esperanza. 

Les promete a los pobres  igualdad  a través de la repartición de las riquezas, quitándole  a los  ricos  para darle a los pobres.   Pero  como sucedió en Cuba,  los  que eran ricos se fueron  a otra parte a hacerse ricos otra ves y los pobres se quedaron aún mas pobres. 

¿Y cómo propone el comunismo lograr esa justicia social?  Pues bien,  como lo han hecho en Cuba, en Corea del Norte en  Rusia en China y ahora en Venezuela, entregándole  a  esos  pobres, una sociedad  basada en la mediocridad  de las limitaciones en vez de  una sociedad  sin límite de posibilidades  como ofrece el  capitalismo  democrático.      Entregándole a los pobres lo que otros se ganaron con el sudor de su frente.   ¿A cambio de que?   a cambio de una   lealtad  incondicional sin razonamientos.   A cambio de que cierren  los ojos y no vean  que  los supuestos  beneficios que ellos están recibiendo son el  producto de la injusticia a otros  y esas migajas mal  habidas que reciben al principio del proceso de comunisación,  no compensan la pérdida permanente de su  derecho y  su  libertad y en su desesperanza, los pobres ignoran que donde no existe el derecho a la propiedad, nadie es bueno, excepto el Estado.

En otras palabras, el comunismo logra la igualdad haciéndolos pobres a todos y logra la justicia social,  eliminando el derecho,  la moral, la cultura, y  la libertad, pero  sobre todo, eliminando la religión, nuestra religión judeo-cristiana, que con todos sus defectos, nos ha  señalado el camino a seguir, y a través de la ética de los  “Mandamientos”  nos ha legado un tesoro de virtudes, sobre la cual hemos construido la sociedad moderna.  Esa misma sociedad moderna llena de virtudes y valores que  los terroristas musulmanes y los comunistas quieren destruir, porque, la existencia misma de esos valores representa una amenaza para ellos al poner de manifiesto   sus  deficiencias extremistas.  Unos porque hablan demasiado con Alá y los otros porque no lo hacen nunca. 

Marx propuso  que el producto final del “comunismo científico”  se lograría cuando el proletariado  alcanzara  la completa igualdad a  través del consumo igualitario.  Y que una vez que todos consuman lo mismo,  el Estado como tal,  dejaría de existir,  algo así como una sociedad compuesta  solamente de indios, sin  ningún jefe que los dirija,   porque cada indio sabría  lo que tendría  que hacer.

Esa teoría no fue aceptada por Lenin,  ni por nadie, porque  tal como la había propuesto Marx,   el llamado “comunismo científico” no era más que una idea simplista,  basada en una proposición inaplicable.    

No obstante eso, Lenin  se dio cuenta  que  con  los ajustes  necesarios, la doctrina de Marx  podría  servirle para mover las masas y para perpetuarse en el poder.    Que en definitiva era lo que él buscaba.  

Fue entonces que Lenin   le añadió al “Manifiesto” el ingrediente que le faltaba  es decir:  le añadió  el Partido Comunista.

Yo propongo que el infantil  manifiesto   creado quizás con buenas intenciones por  un hombre de cuestionable  lucidez,  todavía  estuviera  olvidado y cubierto de polvo en alguna  biblioteca,  si no hubiera sido por  los ajustes que  le hizo Lenin.

Pero lo peor de todo no  es el hecho de que la  doctrina sea  inservible, como ya lo ha demostrado la historia, ni siquiera lo es el hecho de que  ha causado más de 100 millones de muertos desde que se implantó en Rusia por primera ves, lo peor de todo es que  no  fue creada para mejorar, sino   para engañar al hombre, y que aún lo sigue engañando  con la farsa de la igualdad y la justicia social, y  sobre todo, fue  recreada por Lenin como un manual de instrucciones para perpetuar  a unos pocos en el poder.

Existen muchas razones  para no aceptar el comunismo como un patrón social viable, pero hay tres en particular que   cualquiera de ellas por sí sola sería suficiente.  

Primero el comunismo  va en contra de la naturaleza humana, porque estimula la disminución de la producción y de la creatividad del hombre.

 

Segundo el comunismo no  se ajusta a la realidad de que no somos iguales ni a la  realidad de que :  “el  que reparte y reparte  se queda con la mayor parte”

 

Y tercero  el comunismo no produce riquezas y vive de los despojos del capitalismo y del trabajo esclavo de su pueblo.

 

Cuantas veces no hemos  escuchado comentarios de la gente  diciendo que   el comunismo es una utopía y que es muy bueno en teoría pero no en la práctica.

Señores el comunismo no es bueno ni en la práctica ni en la teoría y  dista mucho de ser una utopía como  le han llamado erróneamente a través de los años.

Si se analiza detenidamente, nadie estaría  satisfecho viviendo en la  sociedad  propuesta por Marx,  donde la igualdad se controlaría a través del consumo, y  donde el Estado como tal dejaría de existir y en su lugar  quedaría una sociedad de robots donde todos  consumirían  y pensarían   iguales.   Si ésta no es la sociedad  en que ustedes quieren vivir, entonces no la llamen utopía.  En otras palabras si no es ideal no la idealicen. 

La realidad es que nadie quiere ser un  robot y todos tenemos diferentes  preferencias  de consumo, sin contar  las necesidades y ambiciones de cada uno.  Miren a su alrededor, estúdiense por un momento y pregúntense si realmente somos iguales.

Lamentablemente, siempre ha existido  una demanda por  un elixir mágico que cure todos los males. Y esa búsqueda del elixir mágico, de recibir algo a cambio de nada y de creer las fantasías de los demagogos, ese ha sido el mal de nuestros pueblos.  

El caso es que ahora, los comunistas    pretenden lo insólito: revivir  la misma doctrina fracasada creada para los trabajadores por Marx, un hombre que nunca trabajó, y perfeccionada por Lenin,  un  ambicioso asesino que creó la burguesía del proletariado, se imaginan revivir una doctrina  la cual ha sido rechazada por inservible por los mismos rusos que la implantaron  por primera vez.

Por cierto el Sr. Putín y sus secuaces están tratando de consolidar  el  poder y  regresar a los años gloriosos del Imperio.     Y es lógico que lo  quieran y  muy  posible que lo logren, después de todo,  ¿quien los va a detener,  la cínica vieja Europa?  ¿ésa que por más de medio siglo ha dependido de  Los Estados Unidos para su propia defensa, de esos mismos Estados Unidos que tanto  critican.

¿Quién los va   a detener los norteamericanos?   ¿esos que por casi medio siglo han permitido un régimen comunista a 90 millas de sus costas y ahora han decidido establecer la democracia al otro lado del mundo, donde no la quieren, mientras  contemplan en calma el  derrumbe total de las democracias en su propio continente?

 

Castro ha sido la inspiración y la guía para el resurgimiento del comunismo en el mundo.  Debido a  él,  Putín sabe que nadie lo detendrá, y la cautela con que está llevando a cabo sus  planes  imperiales es porque  su único y verdadero enemigo es su propio pueblo.  Un pueblo cansado de experimentos sociales que   no aceptará  cruzado de brazos el regreso al paraíso comunista, aunque al final la fuerza bruta vencerá.

Por cierto, el año pasado, sin bombos ni platillos, China modificó su constitución  legalizando la propiedad privada y por ende el capitalismo.   Señores,  la propiedad privada y el comunismo no  son compatibles.   

Yo calculo que los estrategas chinos  han dado un viraje hacia  un tipo de socialismo que pueda ser mejor recibido por las sociedades occidentales. 

En efecto  China dejó de ser comunista.   Claro que continúa siendo una férrea  dictadura  pero  hay que tener en cuenta que  los asiáticos se mueven a una velocidad diferente a la nuestra. 

Mientras tanto, en su afán  por  apoderarse de nuestras  fábricas y nuestros mercados, China se ha abierto  al  Occidente haciéndose más vulnerable,   porque su  insaciable capacidad de manufactura depende de nuestra insaciable capacidad de consumo y llegará el momento en que una no podrá existir sin la otra.  

Eso sin contar con  la  poderosa influencia occidental, que ya se  percibe en  los Mac Donalds, y en los Burger Kings, de las principales ciudades de China, sin mencionar  la moda y la preferencia musical de  su juventud y a todo esto hay que añadir la influencia a que son sometidos millones de turistas chinos en sus viajes por el Occidente.

Turistas  que regresan a  China contaminados con  extrañas  aberraciones, tales como  el   individualismo y la democracia. 

Y para  completar mis comentarios sobre China, debo reportar que  hace unos meses, durante  mis vacaciones en República Dominicana,  mi esposa Mary y yo estuvimos  conversando con  un  agente hotelero chino el cual se encontraba negociando con las cadenas de Hoteles Barceló.

 

Señores China se apresta a utilizar el turismo como un instrumento en su agenda  policita-económica.

 

La oferta de millones de turistas chinos   resulta muy atractiva para lugares como  República Dominicana, Jamaica,  y docenas de  sitios que  dependen mayormente del turismo.  El chino me comentó que  la invasión de turistas chinos tardaría por lo menos un par de años más, debido a los   difíciles ajustes que los hoteles  tendrán que hacer con relación  al idioma y a las comidas, especialmente en los  todo incluidos, tan de moda en la actualidad.  

 

Y les comento esto, porque el efecto que China ejercerá  sobre nuestras sociedades es  inimaginable.   Hace unos días leí en el periódico   sobre la inauguración del Bario Chino en  la capital de Santo Domingo, así es que ya se están preparando.

 

Pero bueno, el efecto chino requiere una conferencia por separado.   

 

Regresemos al fracaso del comunismo.

 

Señores, nadie describió  mejor la evolución  mental del hombre hacia el  comunismo que  Sir  Winston Churchill  cuando dijo:  El que llega a los 20 años y no es liberal,  no tiene corazón y el que llega a los 40 y no es conservador,  no tiene cerebro”. 

 

 

El comunismo fracasa porque no produce riquezas,  y porque le quita a los que la producen, para darle  a la minoría  improductiva que no trabaja.  Esa es la minoría que forman los aparatos represivos y que protegen a la cúpula gobernante  de la ira de la mayoría de su propio pueblo.

 

En cambio el  capitalismo democrático,  premia el esfuerzo individual a través de la acumulación de la riqueza, mientras provee servicios a los necesitados a través de impuestos y asignaciones gubernamentales como todos sabemos.   Además, a través de donaciones corporativas  y privadas el capitalismo  financia  ayudas y  proyectos sociales,  impensables  dentro del   improductivo sistema comunista.

 

Ahí tienen el ejemplo del  terrible Tsunami que  ha causado más de 250,000 muertes en Asia.

El total de la ayuda de los países comunistas  incluyendo a  los mismos países  árabes   ha sido  insignificante comparada tan sólo  a las donaciones privadas de los países occidentales  y a  la maquinaria  militar norteamericana  la cual a demostrado una vez más que el capitalismo democrático tiene corazón y que  puede  funcionar  eficazmente lo mismo como ángeles de muerte   que  como ángeles de salvación.

Además  el  comunismo es un sistema dogmáticamente rígido no proclive a cambios, mientras que por el contrario, el capitalismo democrático, evoluciona y   mejora constantemente,   respondiendo    a  las  justas  demandas   del  proletariado moderno.    Por tal motivo, la máxima marxista:

“De cada uno de acuerdo a sus capacidades y a cada uno de acuerdo a sus necesidades” aplica mejor al capitalismo democrático que al comunismo, porque la    justicia social, como se ha demostrado en las sociedades modernas, sólo se puede alcanzar  a través de un sistema de libre empresa y democracia plena, la cual sí  produce riquezas sin restricciones.

Es curioso observar,  que los primeros que se desencantan con el sistema, los mas coherentes opositores del régimen, porque tienen acceso a la verdad,   son precisamente los hijos de los generales y de los ideólogos comunistas, como es el caso en Cuba  del disidente cubano Vladimiro Roca  hijo del  ya fallecido ideólogo marxista Blas Roca,  o el caso de  Ramiro Valdés  Jefe de la Seguridad del Estado  cubano  y compañero de Castro desde el Moncada cuyo hijo se  encuentra exilado en Miami, y qué mejor ejemplo que  la misma hija del Dictador  Alina Fernández  Revuelta actualmente exilada en Miami.  Y así sucesivamente,   podría citar docenas de casos donde los hijos de influyentes comunistas se han exilado porque la verdad del fracaso  de esa doctrina  los golpeó desde muy niños.

En mi opinión, existen 3 clases de comunistas, a los cuales  para poder estudiarlos mejor  les he llamado:

 

Los Oportunistas,   los Buitres, y  los  Tontos Útiles

 

Los  Oportunistas son     por lo general    astutos manipuladores y  ateos  sin escrúpulos, que no poseen  un ápice de ideología,  ellos saben que la doctrina comunista  simplemente no sirve, pero como descubrió  Lenin desde el primer día,  el comunismo  es ideal  para mover las masas  y perpetuar a sus líderes   en el poder absoluto como hemos explicado anteriormente.   En otras palabras, los  Oportunistas  conforman la cúpula gobernante de todo sistema comunista.

 

Los Buitres    son    la masa del pueblo ignorante y  por lo general envidiosa, que  debido a su poca educación formal, su poca capacidad creativa,    o simplemente su  mala suerte, no lograron  alcanzar el éxito dentro de una sociedad competitiva como es el capitalismo. 

 

Este grupo, que según  encuestas, se sitúa en  el  35 % de la población, es la masa  no pensante que existe   hasta en las más  sofisticadas de las sociedades.  Esa es la masa  ignorante que  ha apoyado incondicionalmente  a Chávez en Venezuela,  a  Kirshener en Argentina, a Ortega en Nicaragua y a Castro en Cuba aunque ya no deben de quedar muchos en la Isla que apoyen de corazón al régimen.

 

De esa masa ignorante es que saldrán los futuros chivatos, y presidentes de los  comité de barrios y  miembros de  los actos de repudio.    Estos son los  buitres  que motivados por la envidia se quedan con las propiedades y los puestos  de los que se van huyendo del paraíso comunista.

 

Todos conocemos   el tercer grupo,  los tontos útiles.  

Este grupo está   compuesto   por una mayoría de los  periodistas, profesores y  estudiantes   así como por parte del   clero, y es sin duda,  el que más daño le ha hecho a las sociedades democráticas.

 

No hay duda  que  una gran parte de  los periodistas, los profesores y por ende los estudiantes   del mundo incluyendo a los Estados Unidos, se encuentran a la izquierda del espectro político.    Examinemos  porqué.

 

Primero, porque  la desinformación  comunista los ha convencido, repitiendo como una mantra,  la falsedad de que solo a través del marxismo se puede alcanzar la justicia social.

 

La democracia se nutre de la diversidad de opiniones, esa es su gran fuerza, ha  pero al mismo tiempo, también es su gran debilidad,  porque  los comunistas   utilizan la libertad de expresión que les brindan las naciones libres, para  propagar   el veneno de la desinformación y crear tontos útiles,  y ahora tienen  el Internet.

 

Los daños que causan los tontos útiles a nuestra sociedad  no son solamente sus exageradas críticas y sus injustas omisiones de las virtudes del sistema democrático, sino las constantes alabanzas de los supuestos logros del comunismo  y los horrores del marxismo que ellos convenientemente deciden  ignorar

 

Y ahí tienen el caso de Cuba y crecientemente el de Venezuela, donde los periodistas extranjeros no se atreven a  reportar nada negativo del sistema, por miedo a que le retiren la visa.

 

Esos hombres  disfrutan la magia de la “Isla Esclava”, en los mejores hoteles habaneros, tomando mojitos, y  disfrutando de los buenos habanos y de  las jineteras,   esas  a las  que el Dictador  ha llamado, con depravado orgullo, las  más limpias  y educadas  del mundo.

 

Y para evitar ser expulsados del paraíso, esos periodistas extranjeros  escriben sobre los logros del  castro comunismo.

 

Claro que es más fácil  y hasta romántico aceptar la idea de  quitarle al rico para darle al pobre.  Si no, pregúntenle al legendario ladrón de los bosques de Sherwood:   Robin Hood.       Su fama y su simpatía  ha  sobrevivido  siglos.

 

¿Y Quién era Robin Hood?   un ladrón;  si  pero un ladrón que logró vender la idea de que  era justificable robar mientras repartieras el botín entre los pobres. Claro que los pobres, como sucede hoy con el comunismo, eran ellos mismos.

 

En eso son expertos los comunistas, en vender las mentiras como verdad, y en  convertir simples verdades en gigantescas mentiras.   Y ahora que tienen  el Internet, son dueños de la desinformación  en el mundo entero.

 

Si lo dudan, escriban Cuba en la Red y verán que todo lo que sale son direcciones de Cuba comunista o a favor del castro comunismo.  Y esa desinformación está adoctrinando a diario a  miles de  hombres y mujeres  incautas que no conocen  otra cosa.

 

Ahí tenemos el caso de Ernesto Guevara alias   el Che.  Un asesino, un psicópata un hombre sin escrúpulo y perverso, y el que lo dude o simplemente quiera comprobar mis acusaciones,  los invito a que lean el  libro de  Enrique  Ros “Ernesto Che Guevara, Mito y Realidad”

 

Señores,  millones de personas en todo el planeta  veneran al Che como un Dios, y  visten  con orgullo  las camisetas  con la imagen sagrada  del Santo Che.

 

Si escribes Che Guevara en el Internet,   las referencias que aparecen  sobre  este personaje son interminables. Y por cierto muy positivas. 

 

Y yo me pregunto:  ¿Quién es responsable del misticismo con que se ha  cubierto la imagen de este  asesino sin entrañas, porque  los crímenes cometidos por el Che han sido bien documentados.

 

El misticismo del Che y por ende de la doctrina comunista ha sido creado tanto por los periodistas como   por  los profesores los cuales se han dejado llevar  por el romántico síndrome de Robin Hood, pero lo que no  tiene explicación es  el apoyo que  algunos importantes miembros  de la Iglesia  le brindan al comunismo ateo.

 

Y lo irónico de todo esto es que Castro a su vez  no pierde oportunidad de negar la existencia de Dios y  de combatir a la misma Iglesia que lo ayuda.   

 

Debo admitir que las cosas no lucen muy bien, para el futuro de las democracias de América.  Por un lado tenemos el 35% de la masa pobre de todos nuestros pueblos, dispuesto  ha aceptar  el marxismo sin deparar en sus consecuencias, unidos a líderes sin escrúpulos dispuestos  a sacrificar  los valores de la patria en aras del poder absoluto.  Y por el otro lado, tenemos a gran parte de  los periodistas, los estudiantes, los dirigentes obreros, los maestros, los indígenas  y  a miembros de la Iglesia,  todos los cuales buscan justicia social en la más injusta de las doctrinas: . . . .   el comunismo. 

 

Todos ellos sedientos de justicia, confunden el espejismo con la realidad, y  cifran la esperanza de una sociedad más equitativa en una doctrina que promete lo que no puede cumplir porque va en contra de la naturaleza humana y no produce riquezas.  Todos ellos   cifran sus  esperanzas en  demagogos populistas que  enarbolan  la bandera del marxismo porque  ese es el símbolo que siguen los incautos, los bien nombrados tontos útiles.

 

Todos ellos son responsables del resurgimiento del comunismo en América.  Todos ellos son responsables de que cada año más países terminen bajo el control del comunismo o de su primo hermano el socialismo. Que para los efectos de la ayuda que se prestan unos a otros, ambos  son lo mismo.

 

Pero lo más interesante de todo, es que este resurgimiento del comunismo en América se está logrando, no  a través de  acciones bélicas  o guerrillas urbanas como en el pasado,    sino a través del sufragio como hicieron los comunistas con gran éxito en Venezuela.   De todos es sabido que  Chávez  le pidió  1600 millones de dólares al Banco Nacional con los cuales   compró los votos de la masa ignorante.

 

Así ganó Chávez  las elecciones, lo que siguió, ya es historia, la  Ley Mordaza, los cambios antidemocráticos a la constitución, El dominio Chavista del Tribunal Supremo de Justicia. Y por último.    La ley que permite que  agentes cubanos  arresten a  cualquier persona  en Venezuela y lo lleve preso y lo juzguen en Cuba.

Esto incluye a ciudadanos venezolano y a cualquiera de los 30,000 cubanos que  viven actualmente en Venezuela. 

 

Y lo peor de todo es que el espaldarazo que el  ex presidente  Carter y  el  Sr. Cesar Gaviria  le dieron  a Chávez  cuando certificaron las cuestionables  pasadas elecciones, cubrieron al mandatario venezolano  con  un barniz constitucional, con  un  aura de legitimidad ante  ese mundo  lleno de socialistas, antiamericanos  y tontos útiles que nos rodea,  y lo convirtieron, en lo que yo  he  denominado   Dictadores Constitucionales  porque  eso es lo que realmente es Chávez, un Dictador Constitucional.

 

Después de esto, Venezuela se convierte de facto en un modelo a seguir; en un  manual   de cómo convertir un presidente en un dictador constitucional.  Y que  a nadie le cabe la menor duda de  que  ese manual ya está siendo estudiado por los presidentes socialistas de América, y por muchos que no son socialistas.

 

Después de todo, la tentación del poder absoluto que le brinda este  nuevo modelo político a  los presidentes del continente, es demasiado poderosa.

 

Mientras tanto, la creciente ingobernabilidad de  nuestros pueblos,  producto  en parte de  la corrupción,  en parte de  la  falta de recursos económicos, y en gran medida  de  la inestabilidad política que   promueve el comunismo,  hace a nuestros pueblos,   cada vez menos atractivos a la inversión extranjera y   menos competitivos,  ante el  empuje  económico de los bloques asiáticos  y europeos.

 

Por más de un  siglo,  los pueblos del sur del continente  han vivido a la sombra del “Imperio Norteamericano”, pero ahora,  los Estados Unidos han propuesto el Área de Libre Comercio el  cual es  una integración económica y política de gran trascendencia para  nuestro continente.

En efecto, el ALCA  es una invitación  a todos los pueblos de América para  sentarse  juntos y con los mismos derechos,  a la mesa de la Globalización.

 

Señores, El Área de Libre Comercio,  es una proposición que  representa una prosperidad sin precedentes para todo el continente, pero precisamente ahora,  resurge  la mala sombra del comunismo, para destruir la integración americana.

 

Que lástima, porque  el ALCA podría ser un nuevo renacer para América, ahí está el exitoso ejemplo  de La Comunidad Europea.

Sin embargo,  una Comunidad  Panamericana, que es en realidad lo que promete el ALCA, una comunidad que a no ser por la oposición comunista, enfrentaría  menos ajustes y  retos, que los que tuvieron  que enfrentar  los europeos,  debido a las grandes barreras idiomáticas y  a  la   diversidad cultural  y económica  que  separaba a los países  del viejo continente.  Pero  Sin embargo, lo lograron. 

 

Los comunistas se oponen al ALCA porque  saben que la prosperidad, y por ende la justicia social  que   ese tratado  podría llevar   a nuestros pueblos, los dejaría  sin  su mejor  arma propagandística: la cual es la  pobreza. 

 

Los tiempos han cambiado señores,  el enemigo del siglo 21  no  habla ingles  ni carga  un fusil, sino,  una computadora  inalámbrica   y habla chino.

 

El peligro del siglo 21  el cual debemos enfrentar todos unidos, es la pérdida de nuestra  capacidad  de manufactura y  nuestra   dependencia de los bloques asiáticos y europeos.

 

Y para citar sólo un caso, el Sr. Luís Estrada viceministro de economía de Guatemala acaba de declarar que en lo que va de año 14  empresas maquiladoras  cerraron sus puertas dejando sin empleo a  3426 personas además, el Sr. Estrada proyecta que 45 más  de las 225 maquilas que funcionan en ese país podrían también  trasladarse a China durante  el presente  año lo que  representaría   la pérdida del 20% de la industria textil  guatemalteca.

Multipliquen ese incidente por los 32 países que componen la América latina y tendrán una idean de quién es verdaderamente nuestro enemigo.

 

Pero ahora que   los norteamericanos  están despertando a la nueva  realidad de América y nos  extienden su diestra  y  su billetera,  solo hemos  sabido  recibir la billetera.

 

Tal es el caso de México, el cual gracias al ALCA  ha tenido un crecimiento  económico  sin precedentes, eso sin contar  las remesas de dólares enviadas cada  año por las decenas de  millones de mexicanos que residen en Los Estados Unidos.  Remesas que  representan la segunda fuente de divisas de México  después del petróleo.  

 

Pero aún cuando el ALCA  está creando miles  de  nuevos empleos  en México,  la oposición de la izquierda mexicana al Área de Libre Comercio es cada vez más encarnizada y   la retórica de los políticos y de la prensa mexicana  cada vez más antiamericana y al mismo tiempo más pro China. Qué ironía  ¿verdad?   Muerden al que les  da de comer y  aprecian al que les quita la comida.

 

Ahí está el resultado de las elecciones  locales que acaban de celebrarse  en México el pasado  7 de  febrero. 

Como se esperaba, los comunistas  recibieron  la abrumadora mayoría de los votos.

 

Y  un  populista, amigo personal de Castro y Chávez, un izquierdista  y ferviente antiamericano, el   Sr. Andrés Manuel López Obrador,  actual  alcalde  del Distrito Federal,  se perfila según las últimas encuestas, como el próximo presidente de México. 

 

¿Se imaginan a un dictador constitucional en México y a  otro en Venezuela controlando cerca  del 35% del petróleo que se consume en los Estados Unidos?. 

 

Lo mismo podemos decir de Chile, donde las  últimas encuestas  proyectan a la ex ministra del partido socialista la  Sra.  Michelle Bachelet, como la próxima presidenta de  esa nación sur-americana, aún cuando los beneficios que  Chile ha recibido de Los Estados Unidos  a través del ALCA han sido sin precedentes. 

 

Lo más insólito de todo es que los cuatro países que conforman el  Mercosur,  rehúsan negociar  el ALCA  con Los Estados Unidos,  mientras  firman  toda clase de alianzas  con sus vecinos especialmente  con Chávez.

 

Por eso no es accidente que el Presidente Kirshner de Argentina,  el presidente Lula del Brasil, el presidente   Vázquez  de Uruguay, el presidente Lagos de Chile y el presidente Mesa de Bolivia,  compartan  la distinción de  haber recibido el apoyo electoral de sus respectivos partidos comunistas.  Y que  todos ellos idolatran  a  Castro  mientras  atacan a Los Estados Unidos con la misma retórica  anticuada de los años 50s.   En otras palabras,  todos ellos son  buenos candidatos para convertirse  en  Dictadores Constitucionales.

 

Pero si el comunismo  es una  aberración  socioeconómica que va en contra de la naturaleza humana y   destruye la sociedad donde  se implanta.

¿Porqué hay un Castro en Cuba,  y un  Chávez  en Venezuela.?    ¿Porqué el populismo y la demagogia  es  ahora más que nunca la norma en la  sociopolítica de nuestro continente?    Examinemos las razones.

 

El comunismo  fue implantado por la Unión Soviética en Cuba para  crear una base  militar y  de espionaje soviético,   a 90 millas de Los Estados Unidos,  y   obtener  el equilibrio político-militar que necesitaban los soviéticos en el juego  geopolítico de la guerra fría  entre las dos superpotencias. 

 

Cuando  se desintegró la Unión Soviética, Los Estados Unidos tenían que haber aprovechado el vacío político y militar, producto de la desaparición del Imperio del Mal, y haber desmantelado la base Soviética en Cuba. 

 

Pero no lo hicieron y  cometieron un grave  error al no   haber invadido a Cuba  para  detener  el tumor  del comunismo y las guerrillas que  Castro había  desarrollado en todo el continente.  Tumor que ha resultado en los Chávez que actualmente florecen   por toda América.

 

Y esa  indecisión y   falta de visión  del presidente  norteamericano, y sus asesores  de aquel entonces,  y estoy hablando del  Sr. Bush padre,  nos  costó muy  caro, tanto en la   Guerra del Golfo, cuando dejó vivo a Sadam Husain, como en la ausencia de estrategia hacia América, cuando  dejó vivo a Castro.  Claro que la culpa no puede caer completamente sobre el expresidente Bush padre, porque ningún presidente republicano o demócrata antes o después de él le han prestado atención al creciente problema del comunismo en América,  causado por  la exportación de la revolución castro comunista.

 

Yo sé que hay algunos que excusan la inacción del presidente Bush padre con el argumento de que de haber   eliminado a Sadam Husain,  hubiera creado un peligroso vació de poder en el Medio Oriente,  del cual se hubiera aprovechado Irán.   

Señores,    todo eso es  falso.     El  vació de poder lo llenan  Los Estados Unidos con su  poderío militar y por ende político.         ¿Donde está el vació de poder en Afganistán?    ¿Donde está el vacío de poder  en  Irak?   Y les aseguro que  si mañana  Los Estados Unidos eliminan a Castro y  a Chávez, se  eliminaría también  el  nuevo modelo comunista de los Dictadores Constitucionales  y  con ello, los sueños de poderes absolutos de los demagogos de América. 

 

La pregunta que deben de estar haciéndose muchos de  ustedes en este momento es:      ¿Bueno y qué podemos hacer nosotros para impedir que el comunismo se apodere de todo el continente? 

 

Y la repuesta es:  Nada,    nosotros no podemos hacer  absolutamente nada.

 

Porque lo que instaló  una superpotencia sólo lo puede desmantelar otra.   La Unión Soviética  puso a Castro en el poder, y lo  mantuvo a un costo tan excesivo que  algunos sovietologos  estiman que el subsidio de los soviéticos a Cuba  el cual durante décadas, sobrepasó los 5,000  millones de dólares anuales, fue un factor determinante en la bancarrota financiera y subsiguiente  derrumbe de la Unión Soviética.

 

Por 46 años  la gran mayoría del exilio cubano le ha dicho no a una invasión norteamericana aferrándose  al sueño imposible de  que el propio pueblo  lo derrocaría. 

 

Señores esa idea aunque romántica  ha sido impráctica. Nos hubiera valido más hacer lo mismo que hicieron  los exiliados cubanos de 1985, los cuales siendo menos, lograron con éxito, manipular la opinión pública norteamericana de aquel entonces   a favor de una intervención militar  en Cuba.

 

Fue por eso que la cuestionable voladura del SS Main resultó en la intervención  norteamericana de aquel entonces, mientras que  el flagrante y premeditado  derribo de las avionetas al rescate  y el correspondiente asesinato de norteamericanos por el régimen, no tubo consecuencias.  ¿Por qué?      porque  durante 46 años  los exiliados hemos concentrado nuestra ira  y nuestros recursos para convencernos  unos a otros,  en español de lo que  ya todos sabíamos, mientras que Castro lo ha hecho,  en ingles,  donde ha  hecho la diferencia, ante el pueblo americano.   ¿Qué estoy proponiendo que Castro no ha ganado la guerra de la desinformación?    Si.

 

Los cubanos fuimos las víctimas del juego geopolítico de las superpotencias, no fue el pueblo cubano el que  llevó a Castro al poder,  sino  un bien trazado y financiado plan de  una superpotencia extranjera.

 

Miles de cubanos murieron en las Montañas del Escambray alzados contra el régimen  castrista sin que el mundo conociera de su  hazaña y sacrificio,  otros cientos fueron tomados prisioneros en  Playa Girón, como todos sabemos de sobra,  por la  indecisión o la cobardía de un presidente  norteamericano sin visión.

 

Pero la realidad es que los cubanos ni pudimos contra   los  sofisticados aparatos represivos que existieron desde un principio  en la Cuba de Castro, ni con la superioridad del ejercito imperial  cubano-soviético.   Sólo los Estados Unidos  poseían  la capacidad militar, de derrotarlos    si hubiera existido entonces  la  visión y la  voluntad política,  para hacerlo.

 Lo mismo podrían decir en un futuro los venezolanos.  Ellos lucharon valientemente por salvar su país del comunismo pero no pudieron contra la intervención castrista, la cual neutralizó militarmente el ejército venezolano, mientras neutralizaba la opinión publica con  una masiva asistencia médica y educacional.

 

Yo no seré  el único que aboga por una intervención americana,  pero son muy pocos los que se han atrevido a proponerlo  públicamente, porque  lo de la intervención es un tópico tabú entre los cuba

nos, fuera o dentro de Cuba.  Un  estigma como el CIDA  o  perder la virginidad.

 

¡Como me gustaría que los  norteamericanos estuvieran ahora en Cuba ayudándonos a  reconstruir nuestras infraestructuras y  a organizar  una vez más nuestros partidos políticos, tal y como  lo hicieron en la guerra hispano americana  durante la cual construyeron  acueductos, carreteras, edificios de gobierno etc.         Pero más importante aún, le sirvieron de árbitro   a los  líderes de los  grupos políticos cubanos de aquel entonces,  muchos de   los cuales querían ser presidentes. 

 

Y  es natural que esto suceda cuando surge una nación.

 

Lo mismo está sucediendo en Irak,   y  así sucederá  Dios mediante otra ves en nuestra Isla, con  Los líderes de turno  cuando  Cuba,  como el ave de Fénix,   renazca de nuevo  de entre  las cenizas del comunismo.

 

El problema es  que ahora los  norteamericanos  no sólo tendrían  que deponer al régimen de Castro sino también al de  Chávez y que las alianzas, tanto comerciales como militares que ambos  países han ido tejiendo con sus  vecinos  hará cualquier intervención  norteamericana más engorrosa.

 

Cada vez que  he mencionado  una posible invasión  norteamericana    ha surgido de inmediato lo   de “ no queremos  un baño de sangre en Cuba”   y yo les respondo,  no lo queremos pero lo tenemos hace 46 años.    

 

Se estima que durante ese casi medio siglo, la sangre de más de 100,000 cubanos ha corrido en el estrecho de la Florida   sin contar  los miles cuya sangre  ha corrido en los paredones de fusilamiento   además de  la sangre de los miles  torturados.  Y toda esta sangre derramada solamente  por las víctimas del comunismo,  sumada a  la que el régimen castrista continuará derramando en un futuro, se podría haber evitado  hace 46 años con una invasión norteamericana o con una simple bala.  

 

Señores nadie quiere que corra la sangre ni de unos ni de otros,   pero para poder detener la  hemorragia,   hay que perder un poco en la operación . 

 

Mientras tanto, es desconcertante  ver como  el gigante del norte, duerme  tranquilo convencido que el comunismo murió y lo enterraron con la Unión Soviética,      convencidos   que sus únicos enemigos son los terroristas islámicos. 

 

Pero más desconcertante aún es que Los Estados Unidos y en particular el Departamento de Estado,  todavía, se basan en reportes sobre Cuba, formulados  por la espía convicta  puertorriqueña,  Ana Belén Montes, para afirmar que   Castro no  representa  una amenaza para su  seguridad nacional. 

 

Los Estados Unidos continúan  ignorando  la  vertiginosa integración de izquierda que se está gestando en  toda América.  Yo espero que  todo esto cambie con la  reciente confirmación de Condoleza Rice  como  secretaria de estado, y que su política no se reduzca como la de sus antecesores, a  una simple retórica de apaciguamiento.

 

Y esa Integración de izquierda que se está gestando en América  abarca  no sólo  a     comunistas confesos como Castro y Chávez  sino también a todos sus discípulos,  los    socialistas, fieles defensores del comunismo, tales como Zapatero, Lula, Kirshner y Lagos.  

Y  a esta  lista hay que añadir al nuevo presidente de Uruguay el Sr. Tavaré Vázquez,   al Sr. Mesa de Bolivia y eventualmente a  los de  todos los demás países.    Porque  el comunismo, como un caballo de Troya, nos ha  penetrado  y nos destruye  desde adentro.  

 

Y este efecto dominó del comunismo en América ya está en movimiento, las fichas están cayendo, el tiempo apremia  y el peligro aumenta con el pasar de los días.      Como una plaga imparable y  letal, el comunismo continúa extendiéndose  por todo el continente y amenaza con aislar  a los Estados Unidos   a menos que despierten  a tiempo.  Y en  el caso que lo hagan,  en mi opinión, tienen dos caminos:  

 

Uno, el más rápido y efectivo  sería   atacar militarmente a Cuba y a Venezuela y crear un ejército  compuesto de  una coalición de países  hispanos dirigidos por  una nueva  OEA. Crear a su vez  un impuesto interamericano para eliminar la pobreza extrema  la cual ha sido siempre el caldo de cultivo del comunismo,  y al mismo tiempo,   utilizar la logística y   los recursos, del nuevo ejército panamericano, para construir  infraestructuras en esos países. Es decir, Acueductos, escuelas, hospitales, carreteras, viviendas, etc.

 

Y el otro  camino, el más lento y difícil sería  tratar de implementar  el plan que acabo de exponer pero pacíficamente, es decir: sin atacar a Cuba y Venezuela lo cual, sería equivalente a ponerle una curita a un cáncer terminal.

 

El momento de actuar es ahora, porque si   permitimos que Chávez, Castro y sus discípulos  completen la  marea roja que  se cierne sobre este continente,  la unión panamericana en ves de  sueño, será la pesadilla de Bolívar.

 

Mientras tanto, la carrera armamentista  que ya ha  iniciado   Chávez, con la compra a Rusia de 40 helicópteros de ataque, 100,000 fusiles y de una exagerada cantidad de municiones que por una de esas casualidades,   son del mismo calibre de los AK 47 utilizados por las guerrillas comunistas de las FARC de Colombia, más las compras de material bélico no especificado a China comunista, además de los  tratados militares que acaba de firmar con Brasil, que incluye la compra de aviones militares Super  Tucanos, sin contar ejercicios militares en conjunto en la Amazonia y  alianzas estratégicas y económicas que incluyen la construcción de una refinería binacional en territorio brasileño, en preparación para  negarles el crudo a los norteamericanos.  Todo esto forma parte de su plan  de conquista Bolivariana.      

 

Chávez  se proyecta más allá de Castro y toma por sentado el nuevo alineamiento  geopolítico/económico de  América.  Y aunque  ha repetido  en numerosas ocasiones que el armamento y las milicias de 100,000 hombres que está organizando a nivel nacional  son  para  prevenir  una invasión norteamericana, la realidad es otra.  

 

Desde ahora, Chávez  prepara  el ejército más grande y poderoso de   Latinoamérica para  asimilar el territorio de Colombia  y para su posible  lucha bélica  en contra de Brasil, Argentina o Chile cada uno de los cuales podría  reclamar  el liderazgo  del nuevo orden  latinoamericano.   

 

Con la ayuda  de otros emergentes  Dictadores Constitucionales, Chávez   eliminaría   todos los bloques  existentes tales como el   Mercosur, El Grupo Andino  y    la OEA,  es más,  ya lo propuso,    y  en su lugar, crearía  un nuevo bloque, el  cual ya ha llamado La Alternativa Bolivariana de Las Américas,   con las siglas:  ALBA.    

 

Dicha propuesta no es más que un contrapeso al ALCA y su verdadero propósito es evitar la integración política-económica que promete el ALCA.

 

Pero el ALBA es decir La Alternativa Bolivariana de Las Américas,  va más allá de un contrapeso al ALCA porque  el ALBA  propone  crear       una especie de ALCA bolivariana de Estados Americanos sin los norteamericanos  y en contra de los norteamericanos.

 

Señores le toca a Los Estados Unidos, y al presidente Bush especialmente,  actuar  de inmediato  para salvar la América del terrorismo Marxista-Leninista, y les toca  hacerlo  con la misma visión, fortaleza moral y determinación   con que lo hicieron  en Afganistán y en Irak.

 

Mientras tanto  cada uno de nosotros podemos ayudar, pero para hacerlo con éxito, primero debemos de creer firmemente que somos capaz de producir un cambio en la sociedad en que vivimos. 

 

Y si los Estados Unidos encuentran la voluntad  política  para enfrentar y  destruir el poderío comunista que se está gestando en América, nos toca a cada uno de nosotros  encontrar la voluntad personal de luchar con todas nuestras, fuerzas para derrotar  al comunismo en la guerra de las ideas.

 

Pero después de tantos malos  augurios, les traigo uno más alentador:

 

Afortunadamente, el comunismo lleva consigo una bomba de tiempo autodestructiva y por una de esas ironías del destino, es él  precisamente y no el capitalismo, el que está destinado a perecer, porque como sucedió  con la Unión Soviética y con todos los pueblos donde se ha implantado,  se autodestruye,  tratando  de crear una sociedad robótica, inaceptable para el hombre  moderno.

 

Por eso aunque es muy  factible   que el comunismo se apodere de todo el continente Americano, excepto los Estados Unidos, también es factible que  nuestros pueblos  lo rechacen tan pronto  comprueben la falsedad de sus     promesas de justicia social.

 

Y si esto llega a suceder,   todos debemos  estar listos para  extenderle una mano de ayuda a esos  hermanos cuando la pidan. 

 

Sin duda podremos derrotar  el comunismo,  pero  para lograrlo, primero debemos enfrentar y combatir la envidia y el odio ancestral que muchos hispanos  albergamos  hacia los Estados Unidos. 

 

Un  odio y una envidia, irracional que no nos permite ver que la solución no es apoyar el comunismo, o cualquier política anti Yanki romántica  de moda, tan sólo  para ir en contra del  Imperio Americano.

 

Nosotros también tenemos que despertar.    La guerra México-americana  ya terminó, los norteamericanos  liberaron a los esclavos negros, y una  joven negra norteamericana, descendiente de esos esclavos   dirige  actualmente la política  exterior de esta gran nación.

 

Debemos dejar atrás los complejos y las arrogancias del pasado, porque  la estructura geopolítica mundial    nos  obliga hoy a depender más que nunca  los unos de los otros.  La integración  interamericana no es una posibilidad, sino una necesidad.

 

Ya es hora de que los latinos  dejemos atrás los argumentos  de los años 50,  y despertamos a la realidad del siglo 21.

Ya es hora que veamos a Los Estados Unidos como lo que realmente son, una nación  de inmigrantes amantes de la libertad  que han  dado un ejemplo del sueño americano depositando en las manos de latinos el poder político, legal y judicial de  esa gran  nación.

 

Nos toca a nosotros los latinos libres de América  empezar a escribir a nuestros representantes y a los periódicos, de nuestros países,  para exigirle a estos  populistas  que no queremos más demagogia, que  no queremos más división y  sobre todo, que  no queremos el  hambre y la discordia que  nos brinda el comunismo. 

 

Señores, basta ya de culpar a otros de nuestros males.

 

Basta ya de apoyar  a los populistas  demagogos y de creer  sus promesas irracionales, que llevan  falsas esperanzas a la maza  empobrecida.  

 

Basta ya de la destrucción de nuestros  valores religiosos y de la substitución de nuestra fe por el ateismo fanático del comunismo.

 

Basta ya de callar ante la prensa  llena de  tontos útiles, que  se hacen eco a diario de la propaganda comunista.  Y de guardar silencio  ante los elogios de la revolución comunista por parte de algunos clérigos. 

 

Basta ya de permitir  los centros de enseñanzas a todos los niveles,  llenos de maestros que  alaban el comunismo, mientras  tratan de eliminar nuestros  valores  religiosos  y culturales.

 

Queremos  pasar  a nuestros hijos el amor y la fe de  nuestras creencias cristianas, no el odio y  el vació espiritual del comunismo ateo.

 

Y finalmente,   le  rogamos  al Señor que un día  exista en América una sola nación  desde   el   Canadá   hasta  la Tierra del Fuego.    La queremos en paz,  y la queremos  libre.

 

Muchas gracias