"Carta Abierta a los Hispanos de la

             Florida Sobre las Proximas Elecciones"

                                            por John Perez-Sampedro

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Los hispanos en California, en su mayoría mexicanos, han acumulado un poder político dentro del Partido Demócrata, en la forma de Representantes estatales y federales.    Es una responsabilidad de todos los hispanos que vivan en esa longitud planetaria, no importa la nacionalidad, votar por esos congresistas   demócratas para reforzar el  poder político que los mexicano-americanos  han logrado  acumular dentro de ese Partido. 

Esto aplica a todos los logros políticos hispanos  por igual, no importa el Estado o el Partido donde se haya obtenido,  porque  lo importante  es  el poder  político acumulado. 

Lo mismo hay que decir de Nueva Jersey, donde el  Representante federal  Bob Menéndez,  en este caso cubano-americano, representa un decisivo poder y por ende influencia, dentro del también Partido Demócrata. 

Influencia que se ha traducido a través de los años, y lo continuará siendo, en ayuda para todos los hispanos de Nueva Jersey sin excepción.  

Este razonamiento aplica por igual a San Antonio Texas, a Nueva York  y a cualquier ciudad  donde los hispanos hayamos acumulado un poder político y tengamos   ya representantes     electos, trabajando para nuestros intereses.

La Florida  no es excepción, la única diferencia es que el poder político  lo hemos acumulado en este Estado, mayormente  en el Partido Republicano, tanto a nivel estatal donde tenemos un buen número de  Representantes, como  a nivel federal donde contamos con 3 Representantes:  Ileana Ross Letinen, Mario Díaz Balart y   Lincoln  Díaz Balart. 

Si  indagan en el internet, como lo he hecho yo, podrán comprobar que el record de votación  de estos hombres y mujeres hispanas, es consistentemente a favor de nuestros intereses.    Los   centroamericanos, los argentinos, los venezolanos, los cubanos,  en fin, todos los hispanos nos hemos  beneficiado de la lucha incansable de nuestros Congresistas, la cual se ha traducido en beneficios  para todos los hispanos  sin distinción de nacionalidad..

En nuestro sistema democrático, el voto es el arma más poderosa que podemos utilizar, pero si la diluimos, si no la coordinamos, si caemos en las trampas que los estrategas de otros partidos  nos tienden para dividirnos,  entonces el poder político que nos pertenece, por virtud del sistema democrático, nos será negado  y    no podremos culpar a nadie por nuestro errores.

El dicho de: “Vota para que te respeten” es muy cierto, mientras más cuantioso sea el voto latino, más poder político obtendremos y por ende, más respeto de parte de las áreas de poderes políticas y gubernamentales.     

Pero  esa frase tuviera aún más fuerza si le añadiéramos lo siguiente:   “Vota hispano para que te respeten y obtengas lo que te pertenece por derecho constitucional”.

En California,  el bloque hispano formado mayoritariamente por mexicanos dentro del Partido Demócrata, está compuesto de  millones de electores eficazmente guiados   por sus líderes, perfectamente alineados dentro de ese Partido.   

Pero  en La Florida,   el poder político se ha logrado a través de 45 años trabajando mayormente  dentro del Partido Republicano.  

Infortunadamente,  la creciente  ola  de hispanos, incluyendo   cubanos, que recientemente han arribado a nuestras  costas, se están afiliando mayoritariamente al Partido Demócrata.

Lamentablemente, esta tendencia logrará a mediano y largo plazo contrapesar o eliminar  los logros y el poder político alcanzado por  los   cubano-americanos, dentro del  Partido Republicano.  Logros alcanzados a través de nuestros Congresistas Federales,  los cuales han luchado arduamente  para lograr beneficios de ayuda humanitaria para los inmigrantes hispanos, tales como:    El SSI y el Medicai  para los emigrantes hispanos.  

 El (NACARA) The Nicaraguan Adjust Central American Relief.  la cual ofrece residencia legal a cientos de miles de inmigrantes en los Estados Unidos.

La ley  del (AAA) The Andean Adjustment Act, propuesta   también por nuestros Congresistas federales cubano-americanos republicanos, la cual  permite obtener la condición  de residencia permanente a  nuestros hermanos colombianos, hondureños y nicaragüenses.

The  Armed   Forces  Naturalization   Act.     La cual permite que los inmigrantes que sirven en las fuerzas armadas norteamericanas puedan aplicar para la ciudadanía después de un año  de servicio,    muchas leyes más que benefician a todos los hispanos, las cuales se encuentran actualmente en comites.   Ellas serán aprobadas eventualmente gracias al esfuerzo y la dedicación de nuestros congresistas hispanos.

Vale notar que desde el otro  lado del pasillo, del Congreso en Washington, el Congresista Demócrata  Bob Menéndez, de Nueva Jersey ha ignorado las plataformas de Partido y las presiones partidistas para unir su voto a los de los Congresistas hispanos republicanos de Miami, para  apoyar leyes que benefician a todos los hispanos.

Los Congresistas republicanos de Miami han hecho lo mismo, respaldando en numerosas ocasiones a Bob Menéndez, porque lo importante no es el Partido, sino  el poder político hispano acumulado.

Qué ironía  sería que estos Representantes Federales o Estatales, hispanos, ya sean  Republicanos de la Florida o Demócratas de otros estados, sean sacados de sus puestos de Congresistas, por los mismos individuos que ellos ayudaron a integrarse a la nación norteamericana.

Qué injusticia que esos nuevos inmigrantes, cubanos, argentinos, centroamericanos, venezolanos, colombianos o brasileños, diluyan o eliminen con sus votos el poder político que nos ha tocado a los hispanos de la Florida, décadas alcanzar.

Todo porque no comprendieron que lo que cuenta no es el Partido, sino el poder  político hispano acumulado en nuestros  hombres y mujeres, las cuales  han logrado posiciones de poderes en importantes  áreas del gobierno norteamericano. 

Hombres y mujeres hispanas que por el tiempo que llevan en el Congreso, ya sea el estatal o el federal, han obtenido nombramientos en importantes comités, muchos de los cuales deciden las leyes que se han de discutir en el pleno de la asamblea.

Si suplantamos nuestros experimentados veteranos Congresistas hispanos,  por otros nuevos del partido opuesto, ellos tendrían que esperar años, para a través de los reglamentos de escalafón que rigen la Cámara y el Senado, poder aspirar a los mismos comités,  que ya controlan nuestros dedicados Representantes veteranos hispanos.

Mientras en Tallahassee, nuestros Representantes Estatales, unidos en un bloque poderoso, reclaman con éxito los derechos de nuestra comunidad;   en Washington DC.,   nuestros Representantes Federales han sabido también unir sus voces y sus esfuerzos  por el bien de todos  los hispanos, sin distinción de nacionalidad.

No ha sido fácil llegar a donde   hemos llegado.    Pocas inmigraciones han logrado,  lo que nosotros hemos podido hacer en tan poco tiempo.

Las promesas hechas por la plataforma de los Partidos, ya sean de mejoras de la justicia social, o de la economía, son en definitiva solo eso, promesas electorales.    Al final del día, lo que cuenta de verdad no son las promesas partidistas, sino  los logros que  nuestros Representantes electos puedan alcanzar,  producto de sus esfuerzos individuales para nuestro beneficio colectivo.  

Por tal motivo, lo que cuenta no es el Partido, cualquiera que sea, ni  su plataforma política, la cual  varía de un año electoral al otro, de acuerdo a las encuestas y a las circunstancias.    Lo que vale es el poder político acumulado que representan los hombres y mujeres que hemos elegido para que nos representen en el gobierno.

Si vivimos en California, Nueva Jersey o Texas, es lógico que trabajemos dentro del Partido Demócrata, el cual en esos lugares,  supo  acoger mejor que otros partidos  a nuestros hermanos hispanos.    

Pero si vivimos en La Florida, entonces debemos trabajar y apoyar al Partido Republicano, el cual  en este estado, ha demostrado ser el vehículo idóneo, que los hispanos, que llegaron antes que nosotros,  utilizaron  para obtener el poder político acumulado que disfrutamos en la actualidad.

Poder político, el cual es nuestro legado a las futuras generaciones de inmigrantes hispanos que sin duda continuarán aportando beneficios a nuestra comunidad.    Legado que nos toca a nosotros proteger, porque nos  beneficia   a todos  por igual, y porque   ha contribuido, a que Miami se haya convertido en la “Capital de las Américas”  y “La Cuna  del Sueño Americano.”